¿Fue saboteada la expedición de Falcon Scott?
Roald Amundsen y Robert Falcon Scott marcaron un antes y un después en la historia de las exploraciones por su conquista del Polo Sur.
Sin embargo, mientras que Amundsen pudo regresar con vida del viaje, Scott falleció trágicamente por hipotermia durante el camino de retorno.
¿Fue un error de planificación, o, por el contrario, alguien resentido con Scott saboteó la expedición? Un estudio de Chris Turney, científico de la Universidad australiana de Nueva Gales del Sur (UNSW) indica lo segundo.
Durante la expedición de Scott, el grupo principal se escindió en dos más pequeños: uno, compuesto por Scott, Oates, Wilson y Bowers, que continuaría hasta llegar al Polo Sur; y un segundo grupo, formado por Edward Evans y otros dos tripulantes, que volvería al campo base.
Los dos grupos sufrieron de escorbuto, y, para paliarlo, consumían carne cruda de foca. Pues bien, se cree que Evans, furioso por haber resultado excluido del grupo que continuaría hasta el Polo Norte, robó comida para sí mismo. Esto se ha deducido por contradicciones en su discurso, porque en 1912 afirmó que la dolencia había comenzado a 300 millas del campo base, pero posteriormente siempre dijo que sufrió de escorbuto mucho antes, a 500 millas.
Sin embargo, eso no es lo único que hace sospechar a Turney. Una vez llegaron al campo base, Evans y sus dos compañeros recibieron una petición de ayuda por parte de Scott, que suplicaba el envío de un equipo con trineos de perros. Evans, ya fuera por resentimiento o por ineptitud, desoyó este mensaje y el 4 de marzo de 1912 partió en solitario hacia su hogar (sus dos compañeros permanecieron esperando a Scott).
Otro colaborador parcial de Scott, Apsley Cherry-Garrard, quien escribió un libro sobre la expedición («El peor viaje en el mundo»), vivió atormentado toda su vida porque «sabía que algo malo pasó durante el viaje» pero «nunca lo pudo probar».
Esta versión de la historia ha revitalizado las polémicas sobre esta expedición, y mientras investigadores como Karen May la rechazan, otros muchos estudiosos la consideran probable. Por desgracia, muchos documentos inéditos sobre la expedición permanecen en privado, y, a menos que salgan a la luz, la verdad seguirá siendo un misterio.