Los 1500 Metros Helados
El descubrimiento y la colonización del territorio que día de hoy se conoce como la Antártida o Polo Sur ocurrió en diciembre de 1911 pero su historia narra la gloria y la tragedia de una ardua carrera entre noruegos y británicos.
Robert Falcon Scott
Robert Falcon Scott fue el líder del grupo británico que trataba de alcanzar el Polo Sur antes que el noruego. Scott se formo como marino de la Armada Británica y, en un golpe de buena o mala suerte, se encontró con sir Clements Markham quien le contó acerca de una expedición a la Antártida que estaban planeando. Robert se ofreció para liderar dicha expedición, la expedición Discovery derivó en el descubrimiento de la meseta antártica y la llegada a los 82º de latitud. Scott se ganó un nombre en su país como gran descubridor y siguió trabajando para la profundización de los conocimientos de la Antártida hasta su muerte en 1912. Esto ocurrió durante la carrera frente a los noruegos por «conquistar» la el Polo Sur, la Expedición Terra Nova.
Roald Amundsen
Roald Amundsen fue el líder del primer grupo que a pie alcanzo el Polo Sur, ganándole la carrera a Falcon Scott. Desde pequeño fue un aficionado a todo tipo de viajes a los polos y por ello se ofreció varias veces para hacer viajes desinteresados liderados por otros exploradores e incluso de otros países. Roald alcanzó el polo Norte pero no fue el primero ya que otro explorador de su país lo logró antes que él. Inconforme con el resultado decidió que si había llegado al Polo Norte, ¿por qué no hacer lo mismo con el Polo Sur? Así se aventuró a viajar a dicho polo pero esta vez decidido a llegar antes que el resto del mundo. Empieza la carrera contra los británicos.
La carrera en el hielo
Ambos viajes se planteaban como los más duros de sus vidas, muchos kilómetros, entre 1300 y 1500 de ida y otros 1500 de vuelta para cada una de las expediciones. Aún así, solo una de las dos llegó primero y solo una de las dos pudo saludar a su familia de nuevo. La diosa de la fortuna lo decidiría todo.
Y así fue, Amundsen llegó a la Antártida el primero y pudo regresar sano y salvo a su hogar. Tuvo suerte y más cabeza, simplemente. La diferencia entre ambas expediciones era abismal. Robert Falcon Scott, con su orgullo por delante, llevó a cabo íntegramente su propia expedición. Robert planteó un viaje que era ligeramente más largo que el de Amundsen, unas decenas de kilómetros más. Pero la gran diferencia ocurrió en el planteamiento del propio viaje.
Mientras que Amundsen se sirvió de una gran cantidad de perros, exactamente 52, que tiraban de unos trineos. Los exploradores iban en trineos esquiando, deporte que controlaban mucho más que el grupo de Scott. Además podían cargar con grandes cargas de provisiones gracia al trabajo ejercido por los animales. Tales eran dichas cantidades que tiraron muchas en su camino de regreso para aligerar a los perros y cambiaron esas provisiones por los cuerpos de los perros que no podían continuar el camino. Bien aprovisionados, preparados, mentalizados, y organizados, llegaron de vuelta al campamento después de plantar su bandera en el Polo Sur. Dicha expedición duró del 20 de octubre de 1911 al 26 de enero de 1912, llegando al Polo Sur el 14 de diciembre de 1911.
Scott por su parte no logró tal hazaña. Partió de su base el 1 de noviembre de 1911 con otros 4 exploradores. Los 5 era más inexpertos en el deporte del esqui y no contaban con la misma preparación que Amundsen. No tenían ni tantos perros, ni tantas provisiones, ni ropas de abrigo perfectas para el viaje (Amundsen contaba con ropas esquimales perfeccionadas en Noruega mientras que Scott no contaba con tal ventaja) y les falló otro importante aspecto, la comunicación y la toma de decisiones. Después de llegar a la Antártida el 17 de enero de 1912, tiempo después que los noruegos, iban a ser ayudados por un grupo de perros aprovisionados que jamás llegó. Además en el camino de vuelta decidieron tomar algunos desvíos de la ruta conocida por las graves condiciones meteorológicas. El 17 de febrero de 1912, ante una situación de desesperación por la poca cooperación del grupo con el líder, empezaron a rendirse. El primero fue Evans, que falleció de hipotermia ese día. Un mes más tarde, el 17 de marzo, falleció Oates. Por último el 29 de marzo los últimos 3, Wilson, Bowers y Scott murieron, a menos de 20 kilómetros del siguiente puesto con víveres.
Scott plasmó toda esta dura travesía, los imprevistos, las peleas y las decepciones en su diario del viaje donde nos podemos encontrar frases desesperadas como: «¡Dios santo! Es un lugar espantos, y más para nosotros que hemos sufrido horrores para llegar hasta aquí sin obtener la recompensa de ser los primeros». El propio Admunsen dijo, refiriéndose a la travesía de Scott, que no se puede hacer un viaje así mal preparado.
Esta carrera que tanto le costó a los ingleses la ganaron los noruegos, sin duda alguna unos trágicos 1500 metros helados.
Esta travesía ha sido narrada por grandes grupos contemporáneos como Mecano en una canción: