Influencias y motivación de MFS
May French Sheldon nació el 10 de mayo de 1847 en Beaven, Pensilvania, en el seno de una rica familia sureña.
PADRES
Su padre era el coronel Joseph French, un ingeniero civil y matemático cuya familia hizo una gran fortuna como plantadores de azúcar, algodón y tabaco.
Su madre, Elizabeth J. Poorman se dedicó al estudio de la medicina y la electroterapia.
Este matrimonio fue algo desgraciado, ya que Elizabeth dejó a su marido durante mucho tiempo. A la muerte de ambos, no fueron enterrados en el mismo lugar, algo que era de esperar en los matrimonios de la época.
Aún así, ambos prosperaron por la educación de su hija, y enviaron a May a estudiar a Italia, donde se formó en literatura, historia, geografía y medicina.
Gran parte de la motivación de nuestra exploradora, se la debemos a su madre, quien expuso a su hija al profesionalismo femenino desde una temprana edad.
MATRIMONIO
En 1876, a los 25 años, se casó con Eli Lemon Sheldon, un hombre de negocios que no sólo quiso y admiró a su esposa sino que siempre respetó sus ideas e inquietudes.
La pareja se trasladó a vivir a Londres donde fundaron una editorial en la que May colaboraba como traductora.
Cuando May quiso hacer una expedición a África, su marido le apoyó incondicionalmente e intento ayudar a su mujer siempre que pudo.
Desgraciadamente, el Sr. Sheldon murió mientras ella estaba en Boston escribiendo su expedición al Kilimanjaro. Esto, provocó que May sufriera una mala situación económica, ya que su marido no la dejó ningún tipo de fortuna.
AMIGOS
Henry Wellcome (de fama farmacéutica), fue un gran amigo de May. Éste, había gestionado la publicidad de la aventura africana de la Sra. Sheldon.
También le regaló «comprimidos» modernos para su expedición como una forma conveniente para que los viajeros llevaran medicamentos.
Cuando May sufrió más pérdidas económicas en 1929 (años depués de la muerte de su marido), Henry la subsidió.
Otro gran amigo que tuvo May French Sheldon, fue el famoso explorador Henry Morton Stanley, famoso por sus expediciones a la entonces misteriosa África Central, en una de las cuales encontró al desaparecido David Livingstone.
Se decía, que si no hubise sido por un cúmulo de circunstancias, May y Henry podrían haberse casado. De hecho, May le dedicó su traducción de Salambó.
Stanley fue la clave de que May quisiera ser exploradora. Henry, al volver de uno de sus viajes, dejó tan fascinada a May, que ésta quiso seguir su ejemplo y liderar una expedición a la misteriosa África.
El resto, ya es historia…
Elqui Cástez