James Cook: contacto con aborígenes australianos y sus lenguas
El navegante, explorador, cartógrafo y capitán de la Marina Real británica del siglo XVIII James Cook realizó tres expediciones por diversas partes del mundo con diferentes fines; notablemente Oceanía y el Pacífico. Esto significó que él y su tripulación fueron uno de los primeros europeos en tener contacto con los indígenas de Hawai’i, Nueva Zelanda y Australia, que en su mayoría en principio eran de carácter pacífico.
Durante el primero de sus viajes, la tripulación de Cook estableció contacto el 29 de abril de 1770 con el clan aborigen Gweagal de la tribu Dharawal en el área que bautizó como Botany Bay. Los Gweagal les recibieron de manera algo hostil gritando «warra warra wai», que aunque la gente de Cook interpretara como «idos de aquí» significaba en realidad «estáis todos muertos». Gritaron eso porque pensaron que los europeos eran espíritus regresando a su tierra; como intento de proteger su tierra de los malos espíritus.
Las malinterpretaciones de lo que decían los aborígenes por parte de los europeos no son raras. Tal vez la más destacable fue cuando, más tarde, el 11 de junio de 1770, en una parada de 7 días que Cook hizo para reparar los daños que su nave, la HMB Endeavour, había sufrido en la Gran Barrera de Coral, contactó con los Guugu Yimithirr. Estos respondían a lo que los ingleses les decían con «gangaroo», que significa algo así como «no le entiendo», aunque la palabra es el origen del término «canguro», que los británicos deformaron en «kangaroo». El miembro de la tripulación Sydney Parkinson, que era botánico, fue el primero en documentar la lengua elaborando un pequeño vocabulario de 200 palabras.
Australia es particular lingüísticamente hablando puesto que, al igual que ocurre con muchas de sus especies, posee familias de lenguas endémicas. La más extendida de todas ellas es la familia de lenguas pama-ñunganas, a la que pertenecen lenguas como el Guugu Yimithirr o el Dharawal. Estas lenguas, como cabría esperar, son muy diferentes de las habladas en Europa. Algunas de sus características generales son que tienen un orden libre de palabras, por lo que para evitar ambigüedad en las posibles interpretaciones de una frase estas lenguas se sirven de una elaborada inflexión verbal y declensión nominal (esto último quiere decir que las palabras toman diferentes terminaciones (casos) para indicar su relación sintáctica en la frase). Además, la mayoría presentan ergatividad, que, contrariamente a lenguas nominativo-acusativas (como el español) marcan el sujeto de un verbo intransitivo (i.e. verbo que no tiene complemento directo) como el objeto de un verbo transitivo (i.e. verbo que sí tiene complemento directo).
Después de esta «visita» a la costa este de Australia, tras haber pasado por Hawai’i y Nueva Zelanda, Cook se dirigió hacia el norte para regresar a Plymouth via Batavia (Yakarta) y Ciudad del Cabo.
Fuentes: Wikipedia, Britannica, abc.net.au