FOMO, un problema de actualidad

El síndrome FOMO (fear of missing out) es la inquietud, el temor de la gente a desconocer algo de su entorno, a sentirse desinformado con respecto a quienes les rodean. Estas sensaciones provocan una adicción a la que cada vez se tiene más predisposición, debido a los notables avances tecnológicos a los que estamos expuestos en tiempo real, y a la dependencia generalizada a lo que se está convirtiendo en compañero inseparable de toda la población: el teléfono móvil.

Esta patología psicológica puede brotar del mal uso de las redes sociales y del exceso de información que se filtra en estas, pero también de una baja autoestima, de la soledad o de un déficit de satisfacción en necesidades psicológicas, puesto que, según la teoría de la autodeterminación, el sentimiento de conexión con los demás es una necesidad psicológica humana.

FOMO consiste en una constante ansiedad de estar perdiéndose algo, cuya consecuencia más notable es la ciberadicción, que se presenta en casi dos tercios de los usuarios de redes, lo cual es un dato tan alarmante como creciente. Pero el verdadero problema son los síntomas que pueden producir, que muchas veces se niegan, y que pueden ser una cuestión más enjundiosa de lo que a priori pueda parecer. La ansiedad se puede presentar de las siguientes maneras: falta de respiración aceleración del ritmo cardíaco y gestos que demuestran el estado de ansiedad, como pueden ser morderse la uñas o retorcerse el cabello. además, este síndrome genera indecisión y procrastinación, ya que uno abandona aquellas cosas que más le agradaban, así como las tareas domésticas, escolares, en caso de los jóvenes, profesionales, etc. para dedicar más tiempo a las redes sociales.

En definitiva, los problemas, muy de actualidad, que han surgido a partir de las nuevas tecnologías, han de ser controlados y tomados siempre en consideración.

Luis Romero Calvay, 2021