El lado oscuro de los likes
“El grado de dependencia emocional y psicológica que se genera de los likes es tremendo porque producen una respuesta cerebral placentera. Nuestro cerebro genera dopamina, lo que hace que la sensación sea parecida a lo que se siente al ganar dinero o comer algo que nos gusta mucho. Es una sensación muy adictiva, por eso algunos estudios lo comparan con las drogas”, explica María Guerrero, psicóloga experta de Qustodio, la plataforma de seguridad y bienestar digital para familias.
El número de seguidores, pero sobre todo el de me gusta que obtienen nuestras publicaciones en redes sociales se ha convertido en una obsesión para una parte importante de la población. Se habla de la Generación Like, jóvenes que han crecido paralelamente a las redes sociales y han adoptado los corazones y los pulgares hacia arriba como símbolo de reconocimiento e incluso de autoestima.
No solo los influencers viven de las cifras en Internet. Cada día se dan más de 4.000 millones de likes en Instagram, según los últimos datos de la agencia Omnicore, que precisa que la red social cuenta con mil millones de usuarios activos al mes. Para esta Generación Like de nacidos a partir de 1994 –son los milenials más jóvenes sumados a la Generación Z– el mundo digital llega a tener tanta o más importancia que la vida real.
Además, según la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética) una de cada diez personas que se somete a alguna intervención de cirugía estética lo hace influida por los «selfies» y los filtros de las redes sociales. El 10,5% de los pacientes acude a un cirujano influido por las redes sociales.
Muchas personas cuando asisten a las clínicas de cirugía estética, lo hacen utilizando una foto suya con un filtro aplicado, pidiendo que se realicen los cambios necesarios para estar igual que en la foto.
Además, los comentarios y los likes de otros usuarios en una foto con filtro compartida por alguna red social, ya sea Facebook o Instagram, también influye en la forma en que las personas se terminan percibiendo, deseando verse como esa imagen que tantos “me gustas” y comentarios bonitos consiguió.
Por lo que algo que parecía tan inofensivo como los likes ha acabado provocando que muchos jóvenes basen su autoestima en ellos, y ha derivado en que cada vez más gente y cada vez más joven acabe pasando por quirófano por operaciones que no son necesarias y suponen un riesgo a su salud.