Los videojuegos: más que un entretenimiento para los niños
Hoy en día, no es sorpresa que los videojuegos dominen el sector audio visual. Jugarlos se ha convertido en una de las actividades más populares entre personas de todas las edades y muchos jóvenes les dedican una gran cantidad de su tiempo. Los niños pasan una media de 20 minutos al día jugando a videojuegos, y aquellos con una pasión por ellos, habrán pasado el mismo tiempo jugando videojuegos que yendo al colegio para cuando tengan 21 años. Con tanto tiempo de juego, se puede asumir que juegan un papel importante a la hora de educar a las nuevas generaciones. Pero, ¿es esto algo bueno o malo?
Lo primero es mencionar el contenido de los videojuegos más populares entre niños y adolescentes. Actualmente, los juegos mejor conocidos involucran la enfatización de temáticas negativas como el abuso de drogas, asesinato, violencia, criminalidad, lenguaje obsceno, etc. La gran mayoría de adultos son fácilmente capaces de distinguir entre realidad y ficción, pero los niños, debido a su poca exposición al mundo real y pronto desarrollo cognitivo, pueden tener dificultades y acabar interfiriendo con su crecimiento como personas. Un buen ejemplo de esto es el sexismo existente en ambientes online. Estos insultos e increpaciones podrían ser fácilmente evitados con una exposición sana a los videojuegos.
La mayoría de las desventajas de jugar videojuegos están relacionas con la adicción a los mismos.
- Problemas de salud: el estar sentado durante largos periodo puede terminar aumentando las probabilidades de sufrir obesidad, problemas o dolores de espalda, afectando al metabolismo, etc.
- Fracaso escolar: El hecho de que los niños prefieran dedicar tiempo a videojuegos antes que a la escuela no es ninguna novedad. Cualquier niño de cualquier época siempre a preferido elegir la opción que más diversión le trae, ya sea ir al parque o jugar a la consola. Aún así, la accesibilidad de los videojuegos propicia la adicción y, por tanto, fracaso académico en muchos casos.
Los videojuegos han sido demonizados por muchos padres por estos motivos, pero, ¿son tan malos como dicen? Las personas mayores tienden a pensar que los videojuegos sirven de ensayos virtuales para violencia en la vida real, pero esto es completamente falso. La cifra de crímenes violentos entre jóvenes ha ido descendiendo poco a poco desde 1996 en EEUU, a la vez que la de la venta de videojuegos se disparaba.
Los videojuegos también tienen un gran número de beneficios en sus jugadores:
- Videojuegos en escuelas: Desde un punto de vista educacional, los videojuegos se pueden adaptar fácilmente a casi cualquier asignatura. Estas clases distintas a las convencionales suelen ser las que más se quedan con los niños a la salida del colegio gracias a su naturaleza interactiva.
- Comunidades: Aunque puedan crear aislación, la mayoría de adolescentes describen los videojuegos como algo a jugar entre amigos. En estas comunidades, la habilidad de rápida toma de decisiones y social se potencia .
- Otras habilidades: La capacidad cognitiva de los niños en las áreas de razonamiento, memoria, creatividad, capacidad de percibir objetos 3d o percepción aumenta con el uso frecuente de videojuegos. También aumenta la capacidad de resolución de problemas.
- Estado de ánimo: Juegos sencillos pueden mejorar el estado de ánimo del jugador y aumentar su relajación. Los beneficios emocionales son igual de importantes.
Como conclusión, la responsabilidad de dar una buena educación a un niños es principalmente de sus padres. Estos pueden limitar los efectos negativos y aumentar los positivos con un poco de empeño. Los padres deberían saber que tipo de juegos prefiere su hijo para controlar el que utilicen aquellos más indicados para su edad. De esta manera, pueden conocer más sobre sus hijos y garantizar que se sientan más comprendidos en el ambiente familiar. También deberían advertirles de peligros de internet, como depredadores online. Por último, se tendrían que poner límites al tiempo de uso (expertos recomiendan no más de 2 horas diarias) y buscar signos de adicción.
Los videojuegos, dados el uso correcto y saludable, son una gran manera de divertirse y, por qué no, aprender algo nuevo.